Muy a menudo me comentan casos en los que un miembro de la familia firma por otro. Suelen ser asuntos puntuales y sin mucha importancia. O, al menos, eso es lo que me cuentan. El justificante de Correos, una operación nimia en el banco, un recibo insignificante… No obstante, aunque se trate de incidentes puntuales, no es recomendable ni legal firmar en lugar de otra persona. Veamos por qué.
¿Por qué no debo firmar por otro?
La firma es un acto personalísimo que no puede realizarse por otra persona. Con una firma estamos expresando nuestro consentimiento acerca de lo que se establece en el documento. Se trata de un proceso sujeto a derecho. La imitación de una firma, aún cuando haya consentimiento, es ilegal. Así, el documento firmado no es válido y la persona que ha falsificado la firma estaría cometiendo un delito. Por lo tanto (y no me cansaré de decirlo), no se debe firmar por otro.
Además, aunque confiemos plenamente en la persona que está firmando por nosotros, la vida da muchas vueltas. Pudiera ser que las tornas cambiaran y más adelante quisieran provocarnos un mal. Imagínate que una persona le pide a su pareja que firme por ella el contrato de compraventa de una casa. Más adelante la relación se rompe. Ambos miembros de la pareja podrían impugnar la validez de la firma, con todos los problemas legales que conllevaría.
¿Y si le doy permiso para firmar por mí?
Tampoco puedes dar tu permiso sin más para que otro firme por ti, por mucha confianza que puedas tener. Para que alguien pueda firmar por ti es necesario un poder notarial o judicial. De esta manera se da fe acerca de que alguien actúa en tu representación, pero siempre utilizando su propia firma y no una imitación de la tuya.
¿Qué ocurre si otro ha firmado por mí sin mi consentimiento?
En caso de que otra persona haya suplantado tu firma sin tu consentimiento debes recurrir a un perito calígrafo para que elabore un informe pericial. De esta manera, las consecuencias legales que se pudieran derivar del consentimiento firmado ilegalmente no te serían de aplicación.
Otro supuesto diferente es que hubieras dado tu permiso en primer lugar para que otro firme por ti, pero sin un poder notarial o judicial. En el caso de que impugnes esa firma, aunque estés en tu derecho, estarías obrando de mala fe. Si la otra parte lo consigue demostrar, recaerán sobre ti graves consecuencias legales. Recuerda: no hay que firmar por otro.
Si estás sufriendo alguno de estos problemas, contacta con nosotros para que podamos ayudarte. Estamos siempre a tu disposición.
[…] no existía anteriormente, pero son casos más residuales. En el caso de las firmas, suele suceder cuando una persona firma por otra sin ningún tipo de poder especial o cuando se falsifica la firma de un individuo, como se verá […]